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No me toquéis los cojones que ya está la tarde calentita"
No, no es un refrán de Vallekas. Fue la nota discordante de ayer por la tarde en la redacción. A nadie le sorprendió escuchar estas palabras de Gasolito, pues nos tiene acostumbrados a esto y a mucho más.
Y es que Pedristi, el Sargento Moralinas, Warren, Azufrito, como quieran llamarle, es un hombre peligroso, sobre todo cuando se mosquea. Desde que se hizo estrella del porno no ha vuelto a ser el mismo. La fama se le ha subido a la cabeza y ahora no sabemos cómo tratarle. El rumor de su apodo, el 'Vigoroso', se ha extendido por la redacción y por las oficinas de al lado y desde hace unas semanas todas las mujeres (y más de un hombre) intentan coincidir con Moralinas ya sea en la entrada del edificio, en la máquina de los cafés o en el baño, con el fin de corrobar que los rumores acerca de su 'potencial' son ciertos.
Él lo sabe y se deja querer. Y nosotros, mientras tanto, tenemos que sufrir los efectos de su ego y sus antojos. Que si dame una botella de agua, que si tráeme una empanada, que si sácame esta página o que si llévame al baño que me pongo de parto. Y encima, calladitos, porque si le hacemos la más mínima broma, él nos contesta con burdeces como la de antes (si no nos tira algún objeto o, directamente, nos da una colleja).
En fin, que espero que este blog nos sirva de desahogo en las tardes difíciles de la redacción cuando tienes que concentrarte y el maltrato moral al que nos somete el Sargento, nos impide hacerlo. Pronto nos vemos.