domingo, 19 de noviembre de 2006

Echando de menos

Poquito a poco, mi estómago se va recuperando. Hoy, gracias a la jornada silenciosa que nos ha regalado Gasolito, todo se me ha hecho más sencillo. Creo que ya estoy casi recuperado aunque aún siento algo raro por mis entresijos que me indica que no me puedo columpiar y he de seguir con las dieta baja en grasas y alta en iones.
Por lo demás, la redacción los domingos está muy tranquila, y muy fría! Cualquier día vamos a tener que venir a trabajar con manta eléctrica. Por lo menos, como no están los publicistas, estamos como en casa, sólo nos falta el pijama.
Eso sí, quien lo pasa mal es nuestro redactor jefe. Los domingos se le nota cierto aire bohemio y triste, como si añorara tener a alguien frente a él. Por suerte, mañana volverá a escuchar la voz angelical de su amorcito y tendrá ocasión de ver ese cruce de piernas que despierta los instintos más animales entre los varones de la oficina. Mientras tanto, seguirá escribiendo ensimismado sus páginas dominicales recordando en su memoria la imagen de su amada.

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